Tu

Me encanta como me miras con esos ojos oscuros. Como me escuchas atentamente cuando te cuento mis preocupaciones, y mis desengaños. Siempre estas aunque no pare de preguntártelo. ¿Estas?

Siempre estas, escondido tras tus miedos, tras tus locuras, tras tus sueños. Estamos lejos uno del otro, pero tan cerca que aveces me pregunto porque no estas hecho para mi. Me encanta cuando me cantas para que pare de llorar. Cuando juegas con mi pelo y me dices lo mucho que necesitas escapar. Irte a otro lugar donde te dejen en paz, donde te dejen ser tu mismo. Donde nadie te juzgue...sabes que nunca lo haría. Siempre te pregunto si me echas de menos, a pesar de que sepa que es verdad. Me encanta torturarte emocionalmente para que pronuncies esas palabras que tanto me gustan oír. Contigo me hago la fuerte, la madura, la que lo entiende todo. Pero en tu mirada me veo a mi misma como esa niña que tanto desea dormir entre tus brazos. No tendremos noches de sexo salvaje, ni cenas a la luz de las velas. No te gustan las velas, ambos sabemos que no ayudan mucho. Nuestra historia es distinta, despiertas en mi el deseo de volar, de bailar toda la noche, de cantarnos las verdades sentados sobre el columpio de mi jardín. No me lo dices todo, pero te entiendo...o no. Da igual, se que siempre estarás ahí, me coges de la mano y no te apartas. Me persigues con el objetivo de tu cámara y siempre me ves guapa. Me haces reír a carcajadas, a la vez que me conviertes en tu reina del drama. Única y singular, tu particular pesadilla de verano...te miro con indiferencia y me pides perdón con ojitos de gato perdido. ¿Y como no te voy a perdonar?

Con el tiempo te has convertido en una pieza importante de mi vida, no me imagino despertarme un día y ver que ya no estas. Intento manipular tus planes y convencerte de que vengas aquí conmigo, de que compartamos la cocina, la ducha, el sofá de Ikea de mi casa que esta a punto de romperse. ¿Quieres ayudarme a romperlo del todo?